Ayer 8 de junio de 2010, siendo un día martes (restricción de los números 3-4) observe la escena del día.
Un carro del estado (por sus placas amarillas) se estaba movilizando por el sur de la ciudad, no recuerdo el modelo del auto, solo recuerdo la cara del funcionario, que era un gesto entre risa nerviosa, o la expresión de un niño que se hace en los pantalones (si te imaginas el rostro es por que alguna vez te hiciste en los pantalones), mas claro y mejor dicho el señor puso cara de "ya me cagué" y efectivamente se cagó, por que le cayeron 5 agentes del orden....
El primero y mas ágil se puso delante del vehiculo, el segundo detras y bajó una camara, luego tres mas delante del vehiculo, como es de esperarse el primero fue y dialogó con el funcionario, mientras que el segundo realizaba la sesión fotográfica los otros tres no se deciadian en bajarse, quizas les molestaba ese uniforme que por lo general el pantalon se les mete donde no llega el sol, por que efectivamente el cuarto se bajo y lo primero que hizo fue acomodarse el pantalon (esto quiere decir sacarselo del... bueno ya sabemos).
La escena continuo hasta que el semáforo nos dio la oportunidad y me asombré la honestidad con que los agentes del orden hacen cumplir la ordenanza del pico y placa, la cual me ha regalado 1/2 hora mas de sueño (gracias Sr. Alcalde), asombrosa la rectitud y eficiencia y el total despliegue de la logística.
Imaginese usted 5 agentes, asi me siento mas seguro en mi ciudad, se que estoy protegido contra los criminales que desafian el pico y placa..... 5 agentes.
Como no hubiera querido que esos 5 agentes me auxilien hace una semana en el sector de la República del Salvador cuando fui asaltado con pistola en mano, quizas hubiera podido conservar la chaqueta que me rompieron los ladrones al tratar de encontrar mi billetera y solo se toparon con recibo de comida y tres peluzas propias de los bolsillos.
5 agentes imaginese usted.
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